Ante las recientes declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre iniciar deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados tras su regreso al poder en enero de 2025, Canadá se encuentra en alerta. Las autoridades y grupos comunitarios están preparando estrategias para enfrentar un posible incremento en el número de personas que intenten cruzar la frontera hacia territorio canadiense.
Recuerdos de Roxham Road en 2017
En 2017, tras la primera elección de Trump, Canadá experimentó un aumento significativo en la llegada de solicitantes de asilo. Miles de personas cruzaron a través de Roxham Road, cerca de Hemmingford, Quebec, buscando refugio ante las políticas migratorias restrictivas de Estados Unidos.
Sin embargo, desde 2023, este cruce ha sido cerrado tras modificaciones en el Acuerdo de Tercer País Seguro entre Canadá y EE.UU., lo que ha llevado a una disminución en las interceptaciones por parte de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP, por sus siglas en inglés). Ahora, los solicitantes de asilo deben buscar otras rutas, muchas veces más peligrosas, para ingresar al país.
Preparativos y preocupaciones actuales
Expertos en políticas migratorias, advierten que un segundo mandato de Trump podría tener un «impacto profundo en las fronteras de Canadá». La amenaza de deportaciones masivas podría incentivar tanto solicitudes de asilo en puntos oficiales como intentos de cruces clandestinos.
Colectivos que trabajan para proteger refugiados en la ciudad de Montreal, expresan preocupación por la seguridad de quienes intenten ingresar al país por rutas más peligrosas debido al cierre de Roxham Road. «Es muy posible que veamos personas en áreas remotas en pleno invierno, y ya hemos visto casos de personas que mueren en situaciones así», señalan.
La respuesta de las autoridades canadienses
Voceros de la RCMP en Montreal aseguran que las fuerzas del orden están preparadas para diferentes escenarios. «Estamos listos para distintos tipos de situaciones, ya sea para unos pocos individuos o para un influjo masivo», afirman. La RCMP ha notado un aumento en los cruces ilegales hacia el sur y está alerta ante la posibilidad de que más personas intenten ingresar a Canadá de manera irregular.
La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá ha declarado que «trabaja en un entorno operativo que cambia a diario y estamos listos para responder y adaptarnos según sea necesario».
Implicaciones políticas y sociales en Canadá
El posible aumento en la llegada de migrantes ha generado debates políticos en Quebec. El líder del Partido Quebequense, Paul St-Pierre Plamondon, advirtió que millones podrían considerar moverse al norte tras la elección de Trump. Por su parte, el primer ministro de Quebec, François Legault, declaró que presionará al primer ministro canadiense Justin Trudeau para «asegurarse de que proteja la frontera».
Algunos especialistas no anticipan un influjo inmediato masivo. «Lo que sea que Trump implemente, no veremos sus efectos probablemente hasta dentro de un año», comentan. Sin embargo, destacan que el principal obstáculo para los solicitantes de asilo es la larga espera para obtener un permiso de trabajo.
El desafío de los inmigrantes indocumentados
Un aumento en las personas que cruzan la frontera sin solicitar asilo podría conducir a un mayor número de inmigrantes indocumentados que no se presentan ante las autoridades. Se estima que en Canadá hay hasta 500.000 personas sin estatus legal, una cifra que podría aumentar si no se toman medidas adecuadas.
Canadá se encuentra en una encrucijada ante las posibles políticas migratorias de Estados Unidos bajo un segundo mandato de Trump. Mientras las autoridades y organizaciones se preparan para diferentes escenarios, surge la necesidad de un debate más amplio sobre cómo planifica el país gestionar esta forma de migración que históricamente no ha sido una prioridad.
La combinación de factores políticos, sociales y astrológicos sugiere que los próximos años podrían ser decisivos en materia migratoria para ambos países.
Publicado el 8 de noviembre de 2024.